Alternativas para montar una página web, hay casi tantas como planetas en el universo. Sea cual sea nuestra idea de web, esta gran galaxia digital nos ofrece diferentes opciones tanto para pequeños presupuestos, como para grandes corporaciones con muchos ceros en la cuenta. Sólo hay que hacer una búsqueda rápida en internet para descubrir un montón de enlaces con soluciones muy dispares.
Desde páginas web donde te registras (incluso gratis) y en pocos minutos tienes una bonita web montada sin necesidad de instalar nada. Hablamos, por nombrar algunos:
- wordpress.com (no confundir con wordpress.org)
- Wix
- Jimdo
Hasta software que instalas en tu servidor, contratado de forma conjunta o separada, como:
Todos ellos tienen en la red una horda de seguidores y detractores dispuestos a mostrar los pros y los contras de cada opción.
¿Quieres conocer nuestra opción favorita? Entra en Twitter, dinos cual crees que es la opción ideal para ti y resolveremos tus dudas.
Y aunque todas ellas tienen sus particularidades, elijamos la que elijamos, el problema común con el que nos encontraremos es: ¿y ahora con que relleno mi web?
Para crear una web, casi nada es programación.
A la hora de empezar a dar forma a esa idea que tenemos en la cabeza llamada página web, lo primero es coger lápiz y papel, y responder una serie de preguntas muy sencillas:
- ¿Por qué quiero una página web? ¿Cuál es su objetivo?
- ¿Quién quiero que visite mi página web?
- ¿Cuánto tiempo podré dedicar a crear contenido en la web o gestionar las diferentes páginas que haya?
- ¿Qué quiero que encuentren mis visitantes? ¿Cómo quiero interactuar con mis visitantes?
- ¿Quiero vender algo por internet o sólo mostrar información?
Estas preguntas serán la clave para decidir que mostrar y cómo en nuestra web, por lo que cuanto más tiempo dediquemos a desgranar cada uno de los puntos, más claro tendremos nuestro objetivo y nuestra ruta a seguir.
También es importante tener en cuenta tres puntos muy importantes. A la hora de crear una página web, tendremos que ser capaces, sobre todo en la primera fase de creación, de:
- Dedicarle tiempo. Incluso en aquellos casos en los que hayas optado por contratar a una agencia para que te desarrollen la web, solo tu sabes lo que verdaderamente quieres. Planifica un rato de forma periódica para desarrollar todo el contenido que queremos que aparezca en la web.
- Ser pacientes. Tratar de tener una página web en poco tiempo suele ser la causa para cometer algunos de los errores más comunes. Es importante que nos marquemos un objetivo realista y planifiquemos cada fase con tiempo suficiente para poder revisar y corregir cada paso. Esto nos evitará volver atrás cada vez que detectemos un problema o trabajar con una sensación de que se acaba el mundo tras nosotros.
- Ser metódico. Coge papel y lápiz, y apunta todas las ideas que se te ocurran sobre la web. Trata de ordenar cada idea según el tipo: diseño, contenido, funcionalidad… A la hora de abordar una parte de la web recurre a las ideas anotadas y trata de implementarlas de forma ordenada.
Resuelve una de las grandes dudas de la humanidad ¿Qué fue primero el contenido o el contenedor?
Una vez tenemos nuestro “Briefing”, o conjunto de ideas, entramos en uno de los grandes interrogantes: primero ideo el diseño de la web o mejor incluyo el contenido.
Nuestra experiencia nos dice que lo más sencillo es seguir este orden:
- Planifica cada sección que quieras la web.
- Busca un diseño que se adapte a tu idea de web y secciones. (opta siempre por plantillas, estarán adaptadas a tu plataforma CMS y te ahorrarán muchos dolores de cabeza). Sea cual sea la elección, siempre Responsive, ¿por qué?
- Desarrolla el contenido principal de cada sección.
- Diseña y adapta los elementos visuales que quieras incorporar en cada sección (imágenes, videos, llamadas a la acción, formularios, etc).
- Concreta cuales son los puntos importantes de tu web y plásmalos en la portada o página de inicio de tu web.
Busca tu e-musa, la inspiración es la clave del éxito
Ser original en Internet es fundamental para captar la atención de nuestros clientes y usuarios.
Tanto los contenidos, como el diseño de la web determinarán, no sólo si el usuario se queda a ver nuestra web, sino, sobre todo, si el usuario se convierte en nuestro cliente alcanzando el objetivo por el que habíamos diseñado la web.
Para encontrar esa novedad que atraiga todas las miradas debemos conocer, y visitar, páginas que son similares por tener un objetivo idéntico al nuestro (sin importar que no sean competencia nuestra). Buscar formas de ayudar a nuestros clientes que otras webs no hayan llevado a cabo, o platear maneras originales de contar nuestro proyecto, son algunas de las opciones a la hora de crear un producto diferente.
Aunque hay que tener cuidado con la originalidad. Estamos acostumbrados a que las páginas mantengan una estructura, por lo que tratar de hacer la web fuera los hábitos comunes de los usuarios harán que los usuarios se salgan de ella sin interactuar o cumplir el objetivo.
Un truco: Pide a alguien de confianza que no tenga muchos conocimientos de internet, y no haya intervenido en la creación de la web, que trate de llegar al objetivo que has marcado. Si le cuesta, es que tienes trabajo que hacer.
¿Y si lo de innovar no funciona? Es el momento de copia-y-pega, pero con estilo, mucho estilo.
Estamos seguros de que todos llevamos Leonardo Da Vinci en nuestro interior, pero a veces se hace tanto el remolón, que nos podemos encontrar con el famoso Síndrome de la Página en Blanco.
Si nuestra mente es incapaz de generar algo de provecho, que no cunda el pánico, que para eso está “San Google”. Por muy original que sea el proyecto que tienes entre manos, seguro, que con una búsqueda por internet saldrán infinidad de resultados que pueden asemejarse a tu empresa o marca.
Estudiar que funciona, y que no, en las webs de la competencia puede ser un punto de partida para desarrollar nuestra web. Por lo que no es cuestión de hacer una calcomanía de nuestros competidores, pero si que nos puede servir de referencia para entender que contenidos y servicios han decidido mostrar en internet.
Analiza como otras webs muestran la información, que servicios ofrecen y como puedes interactuar con ellos. Seguro que en ese momento verás con más claridad que cosas crees que sobran, faltan, funcionan o fallan.
Si a pesar de ello, continuas sin que la bombilla se te ilumine, trata de buscar en otras webs que uses de forma regular, aquello que hace que te lleve a utilizarlas: ¿confianza? ¿rapidez? ¿facilidad de uso? ¿información clara y sencilla?
Importante: A la hora de evaluar a la competencia en internet, no te vuelvas loco mirando cientos de enlaces. Si una web competidora está en los primeros resultados es por algo…
¡Uff! ¿Y si lo mío no es desarrollar contenidos y buscar por internet?
En ese caso, la opción más interesante es dejar el desarrollo del contenido a un equipo como Emarketers donde, con una simple entrevista, podremos recopilar toda la información necesaria para crear ese contenido único y original que haga de su web un pilar fundamental para llegar a sus clientes y optimizar sus ventas u objetivos.